Cardioprotección en los centros de trabajo
Los problemas cardiovasculares son uno de los principales motivos de mortalidad en España. Cada año más de 70.000 personas sufren un infarto y de ellas casi la mitad mueren antes de llegar al hospital debido a una parada cardiorrespiratoria. Esto se agrava en los centros de trabajo, por lo que es necesario cardioprotegerlos para reducir todo lo posible estas alarmantes cifras. En la entrada de hoy vamos a hablar de este tema y qué podemos hacer para disminuir estos alarmantes números.
La implantación de los desfibriladores en la actualidad
Los desfibriladores nos permiten atender a un paciente de manera inmediata. Es esencial intervenir durante los primeros 5 minutos después del accidente, ya que a partir de ahí cada minuto resta un 10% las probabilidades de sobrevivir. Por desgracia, en España estamos todavía a años luz de otros países europeos en materia de cardioprotección laboral y la implantación de los equipos de desfibrilación semiautomática es mucho más escasa. Para que te hagas una idea, tendríamos que multiplicar por 5 el número de estos aparatos para equipararnos a Francia o Alemania.
Si comparamos nuestra situación con Estados Unidos las diferencias son aún más abismales. Posiblemente sean los norteamericanos los que más concienciados están sobre la necesidad de proteger los espacios de trabajo ante la posibilidad de un ataque cardiaco. Por este motivo han implantado equipos de reanimación en todo tipo de lugares públicos y privados con gran afluencia de gente, como estaciones de metro o estadios deportivos. Y por supuesto, en los centros laborales.
¿Son eficaces estas medidas? Los equipos de DESA están diseñados para ser usados por personal no sanitario y son muy sencillos de utilizar. Esto es indispensable para no tener que esperar a que lleguen las asistencias médicas, que dependiendo de donde nos encontremos puede ser inviable. El resultado de la política de prevención estadounidense es que las posibilidades de sobrevivir a un ataque al corazón son de un 50%. En España, este porcentaje baja hasta el 4%.
Normativas que regulan el uso de los desfibriladores
Los desfibriladores semiautomáticos requieren una formación mínima para ser usados, por lo que es necesario elegir a un grupo de personas, tanto trabajadores como directivos, para que adquieran los conocimientos necesarios. En la mayoría de los casos una o dos sesiones de entrenamiento serán suficientes para aprender cómo funcionan los DESA, así como los principios de la recuperación cardiopulmonar, una técnica complementaria a la desfibrilación que da excelentes resultados. Todas estas cuestiones están recogidas en el Real Decreto 365/2009 del 20 de marzo, donde se regula el uso de estas máquinas fuera del ámbito hospitalario.
Antes de instalar un desfibrilador tendrás que notificarlo a la autoridad sanitaria de tu Comunidad Autónoma, que es la que posee las competencias para ello. Cada autonomía establece los elementos necesarios para el uso de las DESA y la forma de adiestrar a los operarios. En este sentido, existen programas de formación inicial y continuada que están reguladas por los organismos públicos o empresas privadas que cuentan con la autorización necesaria.
¿Es obligatoria instalar desfibriladores en los centros de trabajo?
Según la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos, el uso de equipos de desfibrilación semiautomática o DESA puede ser obligatorio en determinados espacios, como por ejemplo hoteles, centros de enseñanza o residencias de la tercera edad. No obstante, cuando está en juego la vida de los trabajadores no deberíamos ceñirnos estrictamente a la normativa a la hora de instalar estos aparatos. Su presencia debería ser constante, algo que por desgracia no sucede hoy en día.
No obstante, cada vez son más las empresas que apuestan por cardioproteger sus centros de trabajo. Para ello adquieren desfibriladores semiautomáticos que además de ser muy fáciles de manejar tienen la gran ventaja de su movilidad. Son fácilmente transportables, por lo que pueden estar en el momento preciso antes de que pasen los 5 minutos posteriores al ataque al corazón. Se trata de algo vital para la salud, por lo que en el futuro estos asuntos deberían estar incluidos en la normativa sobre Prevención de Riesgos Laborales. Sería un gran avance.
Las fábricas, obras de construcción, oficinas, supermercados y negocios que cuentan con un alto número de trabajadores y afluencia de clientes deberían tomar consciencia de la importancia de estos aparatos, que son decisivos para recuperarse de una parada cardiorrespiratoria y por tanto sobrevivir al accidente. No importa si la normativa lo exige o no, ya que suponen la diferencia entre la vida y la muerte. Y ya que hemos mencionado los Riesgos Laborales, citaremos esta frase: “el empresario deberá garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio en todos los aspectos relacionados con el trabajo.”
¿Cuál es el perfil de trabajador con más riesgo?
Existen determinadores perfiles de población activa que son más propensos a sufrir un episodio cardiaco. Teniendo en cuenta esto, la instalación de los DESA puede ser una de las prioridades de tu empresa. Por ejemplo, a medida que las personas envejecen aumenta el riesgo de tener todo tipo de insuficiencias cardiacas.
También hay que observar la carga de trabajo, ya que no es lo mismo estar en una oficina que en una fábrica con condiciones ambientales desfavorables y una gran exigencia física. Cuando el trabajo se vuelve más pesado también aumenta el ritmo cardiaco. Si a esto le unes altas temperaturas tenemos los ingredientes perfectos para que las probabilidades de sufrir un infarto aumenten.
Debemos tener especial cuidado con los turnos de noche. Ya que las estadísticas nos dicen que una gran cantidad de problemas del corazón hacen presencia a estas horas. Y en general, factores como el estrés, un mal estado físico o hábitos poco saludables como el alcohol o el tabaco pueden incrementar las posibilidades de estos episodios.
Los equipos de desfibrilación semiautomática son la mejor opción
En estos casos, es absolutamente necesario contar con equipos de desfibrilación , ya que es cuestión de tiempo que alguno de los trabajadores tenga un problema relacionado con el corazón. Llegados a este punto, no habrá mejor inversión. Podrás atender al paciente y practicarle una reanimación cardiopulmonar, aumentando exponencialmente las probabilidades de sobrevivir mientras el servicio de urgencias está en camino.