Instalación: normativa y obligatoriedad
Las paradas cardíacas son una de las causas más comunes de muerte en nuestro país. No solo es necesario detectar el problema cuanto antes sino actuar en menos de 5 minutos tras el colapso, algo sumamente complicado si los desfibriladores se limitan a los hospitales. Por ello, hoy vamos a hablar de la importancia de disponer de estos aparatos en espacios públicos y hogares.
Las consecuencias de las paradas cardíacas
Las paradas cardíacas son uno de los problemas más importantes para la salud pública. De hecho, en España se producen casi 25.000 casos cada año, es decir, que de media nos encontramos con una parada cada 20 minutos, superando por cuatro a las muertes ocurridas en accidente de tráfico.
El 80% de las paradas cardíacas son consecuencia de enfermedades coronarias y aproximadamente un 20% comienza con una muerte súbita, siendo el infarto agudo de miocardio la causa más frecuente de todas. Esta enfermedad es sufrida por casi 70.000 españoles cada año y un tercio fallece antes de poder llegar al hospital.
La desfibrilación ayuda a salvar vidas
Los expertos llevan décadas observando esta tendencia en las Unidades de Cuidados Intensivos y advierten que una desfibrilación temprana es esencial para salvar vidas. Para que te hagas una idea, la recuperación del ritmo cardíaco se sitúa en un 90% cuando se efectúa un minuto después del infarto.
Sin embargo, cada minuto de retraso va a limitar su efectividad casi en un 10%, por lo que pasados 10 minutos las posibilidades de sobrevivir son escasas.
Las estrategias para recuperarse de una parada incluyen 4 etapas esenciales, que se conocen como la “cadena de supervivencia”. La primera es detectar al momento el problema, seguida de una resucitación cardiopulmonar y la desfibrilación temprana.
El último paso es ingresar al paciente en un soporte vital avanzado minutos después de haber sufrido la crisis.
Como ves, la desfibrilación es un elemento fundamental para salvar vidas y existen una serie de organismos internacionales que están luchando fuertemente por su implementación, tales como la European Resuscitation Council, la Sociedad Europea de Cardiología o la American Heart Association.
Los desfibriladores en espacios públicos y hogares
Ya sabemos que es necesario actuar cuanto antes, ya que cada minuto que dejamos pasar reduce en gran medida las posibilidades de sobrevivir.Es por ello que los desfibriladores tienen que tener una amplia presencia en lugares públicos y hogares y no centrarse solo en hospitales.
Los programas de acceso
Los programas de acceso están orientados a acortar este tiempo de respuesta y tienen como objetivo que desde la llamada al 112 y la desfibrilación no pasen más de 5 minutos.
Para ello, se apoyan en otros servicios de emergencia aunque no sean sanitarios y en la propia comunidad.
En este sentido, las estrategias pueden resumirse en tres pilares fundamentales:
- La desfibrilación temprana por los servicios de emergencia no sanitarios.
- La desfibrilación en lugares públicos.
- La desfibrilación en el hogar.
La desfibrilación temprana por los servicios de emergencia no sanitarios
En muchas ciudades europeas y norteamericanas los servicios sanitarios no son los únicos en encargarse de la desfibrilación temprana. En este sentido, los cuerpos de bomberos y policía se han mostrado sumamente eficaces en esta tarea, ya que por norma general son los primeros en llegar al lugar donde se produce la parada cardíaca.
La desfibrilación en lugares públicos
Este programa es esencial para permitir que se realice una desfibrilación en un tiempo estimado de cinco minutos después de sufrir el colapso. Los sitios públicos se dividen en dos tipos principales: aquellos en los que los equipos de reanimación no pueden acceder, como por ejemplo un avión comercial en pleno vuelo y los ámbitos donde hay un riesgo enorme de paradas cardíacas.
En este segundo tipo podemos destacar los espacios donde se acumulan un gran número de gente, como por ejemplo estaciones de tren, centros comerciales o estadios, especialmente si se llevan a cabo actividades deportivas por parte de grupos de riesgo, como cardiópatas o personas de edad avanzada.
La efectividad de la implantación de estos sistemas de desfibrilación temprana en espacios públicos ha sido positivamente valorada por un estudio titulado: “Public Access Defibrillation Trial”, llevado a cabo por organismos como el Lung and Blood Institute y la American Heart Association. En el mismo se llega a la conclusión de que, aunque la ley no obligue a veces a instalarlos, los desfibriladores en estos ámbitos salvan vidas.
La desfibrilación en el hogar
En Estados Unidos la presencia de los desfibriladores es habitual en los hogares de alto riego.
Esto ha sido posible gracias a una iniciativa llevada a cabo por la Food and Drug Administration y solo se necesita la prescripción del médico.
Se trata de una medida esencial para actuar cuanto antes en aquellos pacientes que pueden sufrir una parada cardíaca o infarto de miocardio en cualquier momento.
Las nuevas propuestas del marco legal
Hace poco, el Parlamento Europeo ha comenzado un programa para ver si es viable instalar desfibriladores en espacios con gran afluencia de público, como aeropuertos o estadios.
La Eurocámara está convencida de que es necesario crear una estrategia común para luchar contra las enfermedades cardiovasculares.
El motivo es muy simple, se trata de la principal causa de muerte de la Unión, con casi 2 millones de defunciones cada año.
En nuestro país, la legislación establece en el artículo 43 de la Constitución el derecho de los ciudadanos a la protección de la salud.
Los encargados de velar por su seguridad son los poderes públicos, quienes deben tomar todas las medidas y prestar los servicios que sean necesarios.
Por suerte, se están llevando a cabo importantes iniciativas.
Una buena muestra de ello la encontramos en la Comunidad de Madrid, donde en 2016 se aprobó un decreto por el cual los desfibriladores tendrán presencia en lugares públicos de afluencia masiva.
Además, se ha creado un mapa con la ubicación exacta de todos los aparatos, para así facilitar la tarea a los servicios de emergencias.
Legislación Desfibriladores por Comunidades Autónomas
En España, «Para combatir este problema, diversos estudios científicos de investigación han demostrado la efectividad, utilidad y el nulo riesgo de la utilización de los desfibriladores semiautomáticos en los programas de atención inmediata realizados por personal no sanitario en espacios públicos, y avalan que dicha utilización puede salvar la vida a personas que sufren una fibrilación decreto de 2009 incentiva la instalación de desfibriladores semiautomáticos (DESA) fuera del ámbito sanitario en toda España, aunque se está todavía lejos de una homogeneidad legal sobre su colocación y en cuanto a los requisitos sobre la formación para su uso o registro.
Conclusión
En resumen, cuando se trata de una parada cardíaca es esencial actuar cuanto antes, ya que cada minuto que pasa reduce drásticamente las posibilidades de supervivencia. Por ello, aunque la ley no lo especifique, es necesario disponer de equipos de desfibrilación en aquellos espacios donde estos problemas son más habituales, como en las instalaciones deportivas, en las empresas, espacios públicos y en los hogares.