La importancia de los programas de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) y uso del desfibrilador externo semiautomático (DESA) en los centros educativos
La reanimación cardiopulmonar y el funcionamiento de los desfibriladores externos semiautomáticos son de vital importancia para sobrevivir a un accidente vascular. Sin embargo, los expertos en educación y primeros auxilios coinciden en que los conocimientos actuales sobre estos temas son prácticamente nulos en las universidades y escuelas. Algo que resulta complicado de entender, ya que una RCP inmediata triplica las posibilidades de superar una parada cardiaca.
El aprendizaje de la RCP durante la juventud
Aprender nuevos conceptos durante la infancia o la adolescencia resulta mucho más fácil que hacerlo más tarde. De igual forma, los jóvenes tienen una enorme capacidad para cambiar el comportamiento de los adultos, por lo que si un niño descubre el funcionamiento de la RCP en la escuela posiblemente lo comente con su familia y amigos, aumentando el interés de todos por estos programas esenciales para salvar vidas.
Emergencias cardiovasculares en los centros educativos
Aunque los casos de emergencias cardiovasculares graves en los colegios y universidades son muy escasos, de aproximadamente un episodio por cada 100.000 estudiantes al año, este porcentaje se cuadruplica si tenemos en cuenta el resto de personal, como conserjes y maestros.
Además hemos de tener en cuenta a los familiares que asisten al centro educativo para participar en múltiples actividades.
Por este motivo, es esencial que los centros educativos estén preparados para hacer frente a este tipo de circunstancias, lo que incluye
- El aprendizaje de primeros auxilios
- La reanimación cardiopulmonar
- El correcto manejo de desfibriladores externos semiautomáticos.
Los DESA se diseñan para ser usados por personas que no son profesionales de la salud, para que así puedan asistir a la víctima antes que llegue el personal de emergencias.
Difusión de los programa de RCP y DESA
La Asociación Americana del Corazón (AHA) fue pionera en la difusión de planes de RCP y el uso de desfibriladores externos semiautomáticos en los centros formativos.
Lo que en 2007 comenzó como una recomendación acabó siendo obligatorio unos años más tarde, tras la aprobación de una serie de leyes apoyadas en multitud de estudios científicos.
En la actualidad, muchos países europeos están comenzado a legislar para favorecer el uso de estos programas de reanimación y la instalación de desfibriladores.
Y no solo en el ámbito educativo, como escuelas, institutos, universidades o centros de formación, sino también en todos los lugares públicos de gran afluencia, tales como estadios de fútbol o superficies comerciales.
El proyecto PROCES
En nuestro país también comenzamos hace tiempo a preocuparnos por los programas de reanimación y buena muestra de ello la tenemos en el proyecto PROCES, que tuvo lugar en Barcelona en el año 2002. Su objetivo era promover el conocimiento de la RCP básica en toda la población y llegaron a la conclusión de que el mejor lugar para ello era la escuela.
En concreto, el PROCES estaba destinado a alumnos de 3º y 4º de E.S.O., con edades comprendidas entre los 14 y 16 años.
Este programa estaba dividido en siete clases independientes con sus propias metodologías, personal humano y material didáctico, de forma similar a como se desglosan el resto de procesos educativos en la secundaria.
Los resultados de este proyecto piloto superaron las expectativas.
La acogida por parte de los profesores y alumnos fue excelente, con una valoración realizada por los participantes de 7.9 en los contenidos teóricos, 8.2 en el aprendizaje de la RCP básica y 8.4 en la parte práctica.
En total se formaron 3.000 profesores y alumnos que años después todavía retenían estos conceptos necesarios para reaccionar ante un ataque cardiaco.
¿Cuándo deberían los niños aprender estas técnicas?
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha lanzado una campaña llamada “Kids save lives” (los niños salvan vidas), que aconseja la implementación en los colegios de sistemas de desfibriladores externos y propone que los alumnos empiecen a aprender cómo funciona la RCP a partir de los 12 años.
Sin embargo, hay estudios que demuestran que a partir de los 6 años los niños son capaces de utilizar de forma correcta un desfibrilador, por lo que sería buena idea hacer un primer acercamiento en esa edad y posteriormente realizar un entrenamiento de refuerzo.
Los adolescentes a partir de los 12 años aprenden estos conceptos con suma facilidad, mientras que los más pequeños necesitan programas especialmente diseñados para ellos.
¿Cómo funcionan los programas de RCP y DESA?
Primero son los maestros quienes aprenden estas las técnicas de reanimación y a continuación ellos mismos las transmiten a los alumnos. Los programas de RCP y DESA requieren de pocos materiales complementarios, como vídeos y maniquíes para practicar.
En realidad, el único gasto considerable es el propio equipo de desfibrilación, por lo que es necesario que la comunidad educativa comience a gestionar la llegada de fondos, ya sea a través de las administraciones, organismos o la donación de particulares.
La reacción de la comunidad educativa
El desarrollo de los programas de RCP y el manejo de los desfibriladores externos semiautomáticos ha tenido una excelente acogida por parte de la comunidad educativa, que ha demostrado un enorme compromiso a la hora de divulgar estos conocimientos y una especial atención por la seguridad de los alumnos y el resto de personal.
Conclusión
El desarrollo de programas sobre RCP y el funcionamiento del DESA en las escuelas es sumamente importante no solo para la seguridad de los centros, sino para que en el futuro todos los ciudadanos tengan acceso a estas técnicas y puedan llevarlas a cabo con éxito. Por este motivo, es necesario incorporar tales materias relativas a los primeros auxilios en el currículo educativo, siendo indispensable el apoyo decidido por parte de las administraciones y organismos públicos implicados.
Además de los conocimientos puramente técnicos que permiten reaccionar ante una urgencia, aprender las técnicas de reanimación permiten abordar distintos aspectos como la muerte en el ámbito académico. Y de paso, tomar conciencia de la importancia de llevar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio y comer equilibradamente para prevenir los problemas del corazón. Todo ello enriquece la experiencia educativa y conlleva una mejora en la autoestima de los alumnos.